lunes, 2 de marzo de 2009

Cosas de abuelas

Me gustaría que esta entrada fuera un homenaje a todas las abuelas de antes, a esas que se dedicaban a las tareas de la casa, las del campo y además tenían tiempo para hacer maravillosos trabajos con el gancho.
A esas abuelas (o madres de algunas de nosotras) que habitaban en pueblos y barrios de algunas ciudades, que al caer la tarde salían a la puerta de sus casas con su silla de enea a charlar con sus vecinas y trabajar haciendo labores de ganchillo o bolillos.
Son recuerdos que vienen a mi mente de calurosas tardes en las que las tertulias acompañaban el movimiento de las manos, esas manos que no tienen precio. Momentos en los que además de hacer labores se aprovechaba a cotillear sobre todo lo acontecido a los vecinos del lugar, momentos en los que también participaban niñas y jóvenes, las mas pequeñas aprendiendo y las jóvenes preparando sus futuros ajuares de boda.
Para mi hacer ganchillo ha sido un reto, algo bien sencillo para la que domina esta técnica, para mi un pasatiempo, pero para ellas era parte de su tarea diaria, otra forma de ganarse algo de dinero y de ahorrar pues hacían casi de todo con esas técnicas.
Hoy lo llamamos artesanía, antes labores.
Desde aquí agradecer a Roma el que me enseñara a hacer estos trabajos, gracias por ser mi maestra en esta ocasión y gracias por animarme cuando yo pensaba que no me saldría, eres una gran maestra y una gran persona.
Ahora que he conseguido superar este reto, que he manejado ese gancho (infernal para mi) puedo valorar el gran trabajo que hacían esas mujeres, es cierto que siempre pensé que esto era cosa de abuelas, hoy tengo que reconocer el error de mis pensamientos, un trabajo te puede gustar mas o menos pero hay que saber valorarlo en su justa medida, por ello ahora pienso en esas abuelas que además de madres, esposas, amas de casa y campesinas eran autenticas artesanas, mi reconocimiento para todas ellas.





















10 comentarios:

Mari dijo...

Galle tu homenaje a las abuelas chapó y tus collares preciosos.

Besitos

Odalis dijo...

Galle, te han quedado preciosos los collares (y eso que tú creías que no te saldrían)
Besos.

Anónimo dijo...

Nuestras abuelas, unicas y tus collares preciosos!!!!

Sabela dijo...

¡Hola Galle! vine a dar una vuelta a este lugar y me encontré con este bonito homenaje a las abuelas, yo no conocí a ninguna ni tampoco abuelos, pero mi madre era una experta en estos menesteres, yo sé hacer ganchillo desde muy pequeña y es una cosa que me relaja un montón. Los collares preciosos.
Abrazos.

INMA dijo...

hola,ains que ecuerdos me vienen yo fui una de esas nietas que se pasaban las horas con esa abuela que tantisimo ,hecho de menos en estos momentos,se que esta conmigo,gracias por tu homenaje si pudiera leerselo seguro que te lo agradeceria un beso de ella para ti besos.
INMA

Conral dijo...

Galle, qué bonito eso que has escrito sobre las abuelas o nuestras madres. Yo aprendí de mi madre, mi abuela lo que mejor hacía era coser, pero tienes toda la razón en lo que has dicho.
Me alegro que aprendieras a manejar el gancho y que hayas hecho esas preciosidades. Me encantan.
Te mando un fuerte abrazo.
Por cierto, tú no tienes alguna anécdota del viaje para "compartirla"??? jeje.
Conchi

Maxi dijo...

Muy emotivo lo que has escrito.
Me alegra este homenaje a las abuelas. Muy bonito.

Tu colecion de collares muy bonita y variada.
Beoss

La Rubia dijo...

Ah!Pasate a recoger on premio-sorteo por mi blog. A ver si tenemos suerte!! Besotes!

Ali_ dijo...

Galle que precioso relato has escrito de las madres y abuelas. Por suerte puede conocer y ver a mi bisabuela, abuela y mi madre hacer ganchillo juntas y verlas hacer preciosidades, pero como tu bien dices pensaba que eso no estaba hecho para mi y no me llamaba la atencion. Muchas veces he pensado que iba a perder la oportunidad de que mi madre me enseñara lo que generacion tras generacion aprendio pero no acabe de decidirme, tuvo que llegar una bruja y su hermana para que me lanzara a coger esa aguja y diera mis primeras ganzuadas de hilo y aprender a hacer el punto enano ya que queria hacer aguriminis, pero nahh me tira mas un trozo de masa que la aguja de ganchillo y ya ni recuerdo como se hace, pero si, tengo que decirle a mi madre que me enseñe. Aun consevo como paño en oro una falda para mesa camilla que me hizo mi bisabuela a sus 90 y tantos, ahora al leer tu relato has inundado mi mente de bellos recuerdos, la imagen de ellas haciendo ganchillo.

Una entrada preciosa, ellas se lo merecen, ``labores de abuela´´.

Ali_

Encajeras de Bolillos de Benalmádena dijo...

Gracias, Galle por el artículo que, como sabes y has podido ver, lo hemos copiado íntegramente en nuestro blog.
Sensibilidad a flor de piel.
FELICIDADES
Manolo
http://encajerasbolilleras.blogspot.com/